Somatización: qué es, síntomas y tratamiento
La somatización o somatizar es la presencia de síntomas físicos que no tienen explicación médica ni diagnóstico psiquiátrico, y que afectan a la vida cotidiana de quién lo sufre, afectando a su desarrollo personal, laboral y social.
Esta afección está siendo cada vez más frecuente y tiene una presencia superior al 28% en España, una problemática que está afectando en mayor medida al género femenino.
La somatización se asocia normalmente a la acumulación de estrés, ansiedad, grandes preocupaciones o emociones difíciles de gestionar. Los síntomas que sienten los pacientes son muy diversos, pero lo que lo desencadena generalmente es un problema emocional.
Finalmente, podemos concluir que somatizar es la influencia que causa la mente en el cuerpo, sobre todo, en el bienestar físico de los pacientes. Es una defensa que tiene nuestro cuerpo ante un problema emocional que no sabemos cómo gestionarlo, estos problemas se acaban trasformando en varios síntomas físicos. Hay que darle importancia a que este proceso no es consciente para el paciente sino que es una reacción que tiene el organismo.
Síntomas
Parece una enfermedad muy compleja y difícil de entender, pero es un trastorno psicosomático y la experimentación de esta afección es más común de lo que creemos.
Una serie de síntomas físicos capaces de prolongarse en el tiempo y sin explicación médica aparente, se suelen traducir en un conjunto de síntomas habituales:
- Problemas grastrointestinales.
- Problemas cardíacos.
- Afecciones respiratorias.
- Náuseas.
- Problemas urinarios.
Tratamiento
Al darse estos síntomas de forma tan continuada en el tiempo acudimos al médico y este no nos puede dar ningún tratamiento ni explicar la sintomatología o el tratamiento que debemos seguir para parar estos síntomas.
Cuando estos problemas son cada vez más frecuentes, el médico remite al paciente a un especialista en psiquiatría o psicología que le ayude a identificar el origen de malestar y comience con un tratamiento para ayudarle a manejar la situación por la que está viviendo.